¿Por qué se desangra Hipólito?
Tony Pérez Si el candidato presidencial opositor Hipólito Mejía rondaba el 60 por ciento en las preferencias electorales tras la cuestionada convención del 6 de marzo de 2011, y ha descendido hasta apostar a niveles cercanos al voto duro de su partido (40 por ciento), es porque algo ha fallado. Si el candidato oficialista Danilo Medina no ha alcanzado niveles astronómicos en la intención de voto, superiores a la pírrica ventaja sobre su más cercano contendor que le atribuyen los estudios opinión, no es solo por la grave crisis económica global y su impacto local. Errores fatales sucesivos en la estrategia de comunicación ha cometido Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano. Y, como si fuera poco, los asesores políticos han puesto la tapa al pomo con un desenfoque letal en los temas de campaña. El discurso sobre corrupción, por ejemplo, aunque socialmente importante, apenas suma simpatizantes, si no votos, conforme las encuestas; menos si lo adoban con una sarta de amenazas ...