Memoria de un sureño y las minas de Bonao

Desde sus orígenes Pedernales ha estado en la mira de los delincuentes. Dado el abandono de los gobiernos, es lugar ideal para narcos y toda suerte de contrabandistas de cualquier parte del mundo.

Por: Tony Pérez

Los primeros habitantes de eso que ahora llaman provincia Pedernales llegaron a principio del siglo XX, desde Duvergé y Enriquillo, a través de veredas de la escabrosa sierra Bahoruco, solo auxiliados por buenos mulos y el rumor y el aroma de los pinares. Iban y regresaban pero ni siquiera soñaron que pisaban sobre ricas minas de bauxita que años después representarían una burbuja de desarrollo para el pueblo.


Me contaba mi padre, que cruzaban hasta la sabana de Juan López animados por el pastoreo de sus vacas y la caza de puercos y chivos cimarrones. Y que a él, de pequeño, su papá lo cruzó por la montaña metido en el árgana que vestía un mulo.


Los haitianos también pasaban, aunque sin mayores tropiezos, pues venían de occidente vía una frontera franca y sin altibajos topográficos.


Entonces brotaron los conflictos por las quejas de los dominicanos sobre robos de ganados que pastaban en aquella planicie perdida en el fondo del suroeste. En 1927 al Presidente Horacio Vásquez se le ocurrió colonizarla con 48 familias, a fin de contener "una invasión pacífica de haitianos". El Gobierno subsidiaba a cada padre con 20 centavos y con 10 a cada hijo, por día, para que sirvieran de guardianes. 23 años después Trujillo asentó familias cibaeñas y japoneses desarraigados de la Segunda Guerra Mundial para "refinar la raza".


Desde sus orígenes Pedernales ha estado en la mira de los delincuentes. Dado el abandono de los gobiernos, es lugar ideal para narcos y toda suerte de contrabandistas de cualquier parte del mundo. Hace mucho que la provincia dejó de ser una especie de cárcel de Alcatraz para presos y guardias indisciplinados.


Pese a sus yacimientos de bauxita y caliza; pese a sus mares y potencial turístico, la pobreza y la indigencia son su signo. 73 de cada cien hogares son pobres; uno de cada cinco está en la indigencia. Pertenece a la Región Enriquillo, la de menor densidad poblacional del país (50 habitantes por kilómetro cuadrado; ronda los 18 mil habitantes en un área 2,074 kilómetros cuadrados).


La minería ha sido más desgracia que bienestar para quienes viven en este rincón del suroeste desde 1940, cuando la Alcoa Exploration Company hizo los primeros contactos de negociación con el gobierno dominicano y luego, en 1957, cuando realizó sus primeros embarques de la materia prima del aluminio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Periodistas critican cerrazón síndico de Tenares

Segunda Edición del Calendario Ecoturístico 2024 de la Provincia Hermanas Mirabal: Innovación bajo el diseño de Alexa Pérez Ortega

Semblanza a Papi, Roque Ortega Pérez / 1951-2024